Pasando el rato...

Con un rapido y agil movimiento esquive su embestida subiendo de un salto encima de la mesa, suspire levemente-Lo siento Chucho, pero llevo dos semanas sin comer, no se si me entiendes-Frunciendo el ceño al maximo y sintiendo la mirada divertida de mi gato clavada en la situacion, me lance sobre su yugular tratando de hundir mis dientes en ella, los dolores que provocaba el mordisco de un vampiro sobre un licantropo eran horrorosos, despues de todo la ponzoña vampirica era practicamente un veneno para ellos.

Si lograba esquivar mi movimiento yo acabaria chocando contra una estanteria haciendola caer y por consiguiente haciendo caer las demas en cadena, en caso de que lograra pararme pero no esquivarme ambos caeriamos provocando el mismo efecto gracias a la potencia de mi salto.

Rápidamente logré esquivar con gran velocidad el movimiento de Yukiko, pero al tener tan poco lugar para desplazarce dentro de la biblioteca, termine estrellandome contra unas cuantas estanterías de libros, generando la caida de las mismas sobre mi, y haciendo resonar un gran ruido por todo el lugar. El piso ya se encontraba bañado en libros de todo tipo.

Sin perder un segundo, comencé a mover todos esos estantes de encima mio con gran brutalidad.

Diambulada por los pasillos de la academia meditando donde poder cazar esos dias cuando escuche un ruidos bastante fuerte que venia del final del pasillo, supe que se trataba de la biblioteca porque vi unos cuantos libros volando hacia la salida. Me acerque corriendo para ver que pasaba aunqe ya tenia una ligera idea. Estos licantropos siempre en medio de alguna pelea. Suspire y entre saltando con elegancia sobre algunos pilares de libros caidos y me coloque a unos tres metros contemplando la escena. -Anda, y yo que pensaba que la jefa no podia estar en problemas, graciosa la escena ¿no cree señorita?- pregunte divertida mientras veia al licantropo desacerse de la maraña de estantes. -¿Puedo saber por que motivo se pelean?

Una vez choque contra la gran estanteria y esta cayo haciendo caer a las demas escuche la voz de Niki, la otra vampiresa que habia conocido hacia escasas horas, gire mi rostro cargado de salvajismo y ansia de sangre, supondria que reconoceria ese rostro, el rostro tipico de un vampiro hambriendo, un rostro que solo podria calmar la sangre.

Bien sabido era por todos que es mucha casualidad que justamente cuando llevas dos semanas sin beber absolutamente nada venga un licantropo y se corte delante de tus propias narices con un papel...Pero era lo que habia sucedido.

Empece a olisquear el aire y rapidamente al lado de la mesa donde habia comenzado todo logre divisar esa pequeña gota de sangre que habia caido una vez arrancada la pelea..., me agache justo al lado de ese diminuto rubi liquido, con mi dedo indice lo tome e introduci esa minuscula porcion de jugo celestial dentro de mi boca, mi rostro y suspiro de placer fueron indescriptibles.

Tambien nunca sobra destacar que cuando un vampiro tiene hambre, poco importa que tan frio sea en realidad, se vuelve todo un salvaje...y eso estaba demostrando esa leve risa malevola que salia de mis labios, acrecentandose poco a poco hasta casi parecer un grito sobrenatural.

Mientras corría hacia la biblioteca podía oler a los vampiros y a mi amigo Inotaru.

-Siempre metiéndose en problemas - me dije a mí mismo, mostrando una leve sonrisa.

Finalmente llegué a la biblioteca. No me había equivocado, mi compañero licántropo y las dos vampiros estaban ahí.

-Hace mucho que no tengo una buena pelea... supongo que es hora de divertirme un poco - Dije al ver la escena, mientras comenzaba a convertirme en lobo - Qué perdida de buena literatura.

Rápidamente me creció el pelaje marrón oscuro, el hocico, garras... todo lo que un hombre lobo tiene. Al fin demostraría mi verdadera fuerza y agilidad.

Me moví hasta donde estaba Inotaru, tan rápida y ferozmente que desarmaba los libros que pisaba. La vampiro ya había probado la sangre, ahora sería más difícil de pelear, pero no sería mucho problema.
Ayudé a mi amigo a levantarse y observé a la vampiresa... era mejor esperar a su movimiento que atacar. El defensor siempre gana, por lo menos eso es lo que me funcionó a mí siempre.
Apoyé las manos en el suelo, preparándome para embestir a quien fuese necesario.

No supe al principio quien fue el que acudió a mi ayuda, ya que al encontrarme bajo esos estantes y cegado por mi naturaleza salvaje, no pude concentrarme en ello. Pero, finalmente, al ver al otro licántropo, pude distinguirlo... Thernaros, mi viejo amigo.

No pude evitar sentir grandes ánimos en mi interior, aunque por el momento no pudiera expresarlos por la situación actual. Me posicione de mejor forma, dejando verme de nuevo totalmente, con todo mi pelaje revuelto y mi expresión cargada de ira.

Supuse al instante que mi compañero esperaría a que alguien atacara, por lo que clave mi mirada en ellas, atento a sus movimientos, deteniendo mis impulsos para no lanzarme sobre ellas directamente.

No pude evitar poner los ojos en blanco ante la entrada del nuevo, al parecer los licantropos o tenian poco cerebro o carecian de sentido comun. Daba gracias a que aun no hubieran empezado las clases y estuvieramos pocos. Me coloque entre la vampira y los chuchos mirandola fijamente con una sonrisa complice y me gire sobre mis pies hacia los perros, los colmillos no tardaron en salir y me puse agazapada entre ellos con cara de niña buena. -Vamos, ¿de verdad soys capaces de pegarles a dos señoritas? Que poca educacion hay en estos tiempos.- dije girando leventeme la cabeza con cara de entre tristeza y maldad. Analice a los dos lican por si hacian algun otro movimiento y mire por el rabillo del ojo a la vampira que tenia detras con sed de sangre, al oler esa sangre no pude evitar que mis ojos cambiaran de color pero aun estaba mas sensata que ella. Flexione las piernas y me abalance supuestamente hacia ellos, pero en realidad me dirigia al estante que tenian detras para caer justo a sus espaldas y dejar cierto paso libre a mi compañera.

Rei levemente por el comentario de mi compañera y con la mano tire mi cabello hacia atras para que no me molestara durante la batalla, no sabia ni quien era ni cual era mi posicion, solo sabia que era una vampiresa de 450 tantos años de edad y que tenia muchisima hambre-Se han perdido los buenos modales del siglo pasado...-Murmure entre dientes girandome hacia ellos, parecia realmente un toro desbocado a punto de atacar o para dar una comparacion mas exacta una pantera de movimientos agiles y elegantes sedienta de carne animal.

Podia estar sacada de mis casillas, pero idiota no era ni mucho menos...golpee con fuerza la mesa partiendola en bastantes pedazos, agarre un par de ellos bastante afilados y los mantuve en mis manos, si se giraban podia tener la oportunidad de dar un ataque inesperado por la espalda y asi deleitarme aunque solo fuera por la salpicadura de la deliciosa sangre.

Mientras la vampiresa rompía la mesa, analizaba sus movimientos... estaba sedienta de sangre y estaba armada... sería un grave error atacar primero.
Comenzé a ladrar y a gruñir demostrando mi furia, tratando de que nos atacara para poder tener una abertura y hacer mi movimiento.
Salté unos metros hacia adelante mientras gruñía... parecía un lobo con rabia... pero rápidamente volví a mi lugar en la misma posición que antes, ahora con los sentidos y el cuerpo más alerta y preparado.

Bien, seriamos licántropos feroces, pero de tontos no teníamos ni un pelo. Dividí mi mirada hacia ambas vampiras, turnándome para analizar sus movimientos, esperando alguna acción de ambas hacia nosotros.

Mis gruñidos se intensificaban a cada instante, pareciendo verdaderamente un perro rabioso, o mejor dicho un lobo rabioso, al igual que mi compañero. Mis pelaje no tardo en erizarse, mientras que mis ojos marrones se poseían cada vez mas con mi ira.

En ese momento recordé el silencio de la biblioteca al haber entrado horas antes, aquella tranquilidad, aquella serenidad... todo se había perdido en un instante, y por una gota de sangre.

No pude evitar fijar mi mirada en mi compañera de lucha, lo unico que sabia de ella era que acataba las reglas por encima de todo al ser la jefa de no se que consejo, pero al verla ahora entregada a la sed era algo que no queria perderme, y menos con dos licantropos repletos de sangre. Agarre dos libros con todo el silencio y la agilidad que pude y se los tire a ambos lican a la cabeza. -No me lo puedo creer, ¿os damos miedo quizas?- dije con una sonrisa divertida y volvi a coger un par de libros dando un gran salto para aterrizar delante de la puerta y cerrarla. -Creo que al menos estaremos de acuerdo en que no nos interrumpan.- no pude evitar reirme ante aquello y mire a mi compañera por un segundo antes de lanzar los libros por encima de sus cabezas.

Tome las dos estacas con fuerza, y les observe a ambos con una amplia sonrisa, pude ver los libros ir hacia sus cabezas, pero no tenia muy claro si les habia golpeado o no, si estos libros les golpeaban yo aprovecharia la leve distraccion que ocasionarian para lanzar ambas estacas hacia sus cuerpos con toda mi fuerza y asi poder hacerles unas heridas importantes, si por otro lado los esquivaban saltando hacia lados contrarios me acercaria a uno de ellos para asi comenzar una pelea directa con un unico oponente, si por otro lado los esquivaban y permanecian juntos optaria por quedarme en mi lugar atenta a cualquier movimiento sospechoso que pudieran hacer.

-Puedo oler el deliocioso aroma de la sangre a traves de vuestros poros...-Murmure riendo levemente, una sucia mentira, claro esta, es imposible hacer eso, pero se suelen soltar cosas asi de desagradables para poner nervioso al enemigo.

[Hey, el director vendra en breves, no alarguemos mucho esto que si no la bronca sera demasiada ¿ok? Acabemos la ronda y ya esta, si alguien quiere alargarlo que me lo comunique ^^]

Con un ágil movimiento esquive los libros, quedando en frente de la vampiresa que los había arrojado.
Por un segundo pensé en quedarme a esperar su movimiento... pero la destrucción de tantos libros y el hecho que nos estaban atacando a mí y a mi amigo sacó mi verdadera furia.
Comenzé a dirigirme hacia ella, corriendo a toda velocidad. Cuando estuve a la altura justa me propulsé con la ayuda de mis manos hacia la vampiresa, abriendo mis garras en el aire preparado para atacar de la manera que fuese necesaria.
Si no esquivase mi ataque, podría tratar de desgarrarla a la mitad con mis garras o atacar a su cuello con mis dientes.

Con gran agilidad, al igual que mi compañero, esquivé los libros lanzándome a un lado, pensando rápidamente mi próximo movimiento. Mis ojos se quedaron clavados en Yukiko... después de todo esto, tu eres mía.

En una rápida carrera, comencé a correr hacia ella, atento a cualquier movimiento de último momento que pudiera efectuar.

Ya había visto las estacas que llevaba ella como armas, así que me detuve a unos metros de ella, rodeándola lentamente y buscando una abertura para atacarla. Si Yukiko llegaba a lanzarse sobre mi, intentaría esquivarlo rápidamente y atacar con mis garras directamente a su cuerpo, así podría desgarrarla y con la fuerza del golpe y el impulso, lanzarla contra la pared de la Biblioteca.

Con una gran tranquilidad el director llego a la sala abriendo la puerta con elegancia, cuando entro no pudo evitar ver el movimiento de ataque de aquel licantropo hacia la señorita vampiresa, y como buen director amante de sus alumnos no pudo hacer mas que, usando su velocidad sobrenatural, plantarse delante de la chica para recivir el mismo el ataque, aunque tampoco estaba dispuesto a ello...Adelanto su mano hasta que rozo el pelaje del licantropo y haciendo fuerza logro parar su ataque, reculando el brazo para que el frenazo no le provocara daños importantes.

Parece que uno no puede relajarse ni cinco minutos con unos niños tan juguetones como ustedes.-Dijo el hombre de ojos onice observando directamente a los ojos del licantropo, realmente todo ese ser era puramente escalofriante, sus ropas de la edad media, sus ojos negros como las misma tienieblas y su eterna sonrisa divertida.

Llego a la biblioteca escuchando sonidos extraños. "¿Que sera...?" Entro en la sala encontrándome a mucha gente en lo que parece una pelea. Frunzo el ceño. "Vampiros, licantropos...¿y el quien es?". Me adelanto un poco e intento sonar amable: -¿Que pasa aquí?-.

Me adelanto un poco mas hasta poder observar mejor la situación, aquel hombre esta defendiendo a alguien, parece importante...mmm...su cara me suena de algo...Clavo mi mirada en los licantropos, parecen muy alterados, pero no menos que las vampiras.

Me pongo tensa. Las peleas causan ese efecto en mi. Esta escuela es de lo mas interesante...

Me agazapé al ver como el lican se me echaba encima hasta que un hombre se colocó frente a mi. No pude evitar retroceder unos centimetros pero me concentré en observar la escena volviendo a erguirme. Me sacudi un poco los vaqueros y miré alos nuevos inquilinos de la biblioteca, decidi con cautela responder a esa pregunta. -Hasta donde se, aquel licantropo de alli atacó a la chica. Vine a separarles y este se me echó encima.- dije señalando con una mirada de rabia al licantropo que estaba al otro lado del hombre que entró al principio.

Al ver al director entrar por la puerta retrocedi un paso chasqueando la lengua...Y yo que creia que podria beber sangre a gusto.

Obviamente ese solo era el pensamiento de mi parte salvaje, mi parte racional, escondida en lo mas oscuro de mi mente en esos momentos, estaba gritando de jubilo al cielo por el rescate inesperado.

Tan aguafiestas como siempre...-Murmure en alto cruzandome de brazos, parecia ser una persona totalmente diferente cuando estaba sedienta, cruel, despiadada, salvaje, osada.

Yami se subio a mi hombro agitando la cola cuando vio que me quedaria quieta por un ratito, ese gato sabia cuando quedarse al margen de lo sucedido realmente, no habia sufrido ni un solo rsguño con todas las cosas que salieron volando.

Observe tambien a la chica que acababa de llegar...no olia a Licantropo, sonrei de medio lado y me relami mirandola, aunque con el director aqui no podia hacer absolutamente nada.

Al ver llegar al Director estaba por convertirme en humano de nuevo, pero recordé que estaría desnudo si lo hacía, así que decidí quedarme en mi forma licántropa.

Rápidamente decidí tranquilizarme... no sería bueno hacer un baño de sangre en frente de alguien tan importante.

Al ver que el director llegaba a la biblioteca para supuestamente acabar con esta disputa, detuve mi maniobra, bajando la cabeza y gruñendo levemente ¿Justo en el momento en que estaba por vermelas cara a cara con Yukiko tenías que detenerme?

En ese momento, decidi calmarme, comenzando a sentir como volvía lentamente a mi forma humana. Mi ropa se encontraba realmente destrozada, pero sin hacer muestra de las partes comprometidas de mi cuerpo.- Genial, ahora tendré que cambiarme de ropa.- Dije, frunciendo el ceño, mientras dirigía mi molesta mirada hacia Yukiko. Ya nos veriamos nosotros dos de nuevo.

Finalmente, ya habíendo vuelto mi cuerpo a su total normalidad, giré mi vista ligeramente hacia el director, esperando sus palabras.

caminaba tranquilo por el pasillo que según me había informado la secretaria llevaba a la biblioteca, aun desde lejos podía escuchar ruidos de lo que parecía una pelea o una película a muy alto volumen.

camine mas despacio por el pasillo, moví mis orejas en dirección de la gran puerta que había a unos 20 metros de distancia, podía escuchar claramente voces provenientes de allí, y según podía oler había varios vampiros y licantropos en ese lugar.

-bueno, espero sea una película- me dije a mi mismo mientras aceleraba el paso, rápidamente me encontré al frente de la puerta cerrada de la biblioteca, sin pensarlo mucho puse mi mano sobre el pomo abriéndola.

al entrar tropecé con algunos libros que habían en el suelo, levante mi cabeza mientras pasaba por encima de las pilas de libros, note que había varias personas en el lugar, o bueno algunas personas y un licantropo en plena fase, note que el director de la academia estaba allí, como podían pelear y mas en una biblioteca, camine hasta una mesa donde me senté en su borde observando a los responsables de este desastre.

-pelear en una biblioteca?- dije mirando a cada uno de ellos, mi mirada se detuvo en una joven de cabellos y ojos blancos, pero no era quien llamaba mi atención sino el pequeño gato que había a su lado.

aleje mi vista del felino y me dispuse a recoger los libros que habían sido tirados de sus estantes, aunque algunos de ellos también estaban volcados sobre el suelo; maldecía levemente como podían tratar a los libros de esta manera, seguí recogiéndolos ante las miradas de estos....estos vándalos...

El director observo a los recien llegados cambiando su sonrisa por una mueca de enfado, esto le parecia una broma muy pesada, ¿Acaso nadie en esa escuela se habia leido las normas de razas puestas hasta el momento?.

¿Puedo saber que clase de broma es esta? Creo recordar que las peleas LicanoVampiricas deben ser intervenidas solamente por mi-Dijo observando a ambos estudiantes que habian entrado despues de intervenir el con su presencia- Y tambien recuerdo que puse muy claramente que ningun alumno debia acercarse a estas peleas por su gran riesgo.-Escasas veces se veia al director enojado, pero las normas para el, mas que nada las que ponian en peligro las que evitaban que sus alumnhos se pusieran en peligro, eran sagradas.-Ustedes dos, esperen fuera, una vez termine todo esto podran entrar en la biblioteca.-Una vez acabada esa frase se fijo en los otros estudiantes, los que acababan de destrozar su amada biblioteca.

Bien...y en cuanto a ustedes.-Le lanzo un botellin de sangre a Yukiko al notar su estado, normal...despues de estar dos semanas sin beber nada-¿Deseas tambien beber, mi hermosa alumna?-Dijo sonriendo el director mientras le tendia el otro botellin a Niki, solo por si acaso, una vez lo dejo a su alzance observo tambien a los Licantropos.

-Jovencitos, os debo una disculpa, a los cuatro...debo intuir que esto es solo culpa mia.-Comenzo a murmurar mientras se acercaba a Yukiko, esta se mostro sumisa a su contacto, era muy poderoso despues de todo-La joven presidenta estudiantil lleva dos semanas sin probar la sangre por mi culpa, por eso tuvo una reaccion tan violenta ante lo sucedido, por su estado, presumo, que ella fue quien inicio esta inesperada batalla.-Abrio sus manos con una amplia sonrisa.

Aunque...Eso no significa que no tengais un castigo como dios manda, habeis destrozado literalmente este bello lugar.-El hombre de largos cabellos empezo a pensar...hasta que parecio tener una idea-Para empezar, una vez esteis mas calmados, debereis arreglar la biblioteca vosotros mismos y encargaros de hacer un inventario de los libros que ya no pueden usarse asi como de colocarlos cuando vengan nuevos, y a su vez tendreis que venir a mi despacho, me parece poco ese castigo pero no tengo ninguna idea mas.-Rio levemente y espero la respuesta de sus amados estudiantes, algo revoltosos...pero amados estudiantes.

Mire con una ceja alzada al director y me encogi de hombros. ¿Como iba yo a saber lo que pasaba? Baje la cabeza y murmure un Lo siento antes de salir de alli, aun asombrada por el poder del director.

Este es un lugar interesante...

Asenti ante las indicaciones del director y cogi la botella de sangre, era mejor que tirarme al cuello de alguno de esos seres. Baje la mirada un poco avergonzada pero tenia mis razones para haver entrado en la pelea. -De acuerdo.- fue todo lo que respondi a las aclaraciones del director. Gire sobre mis talones y sali de la biblioteca, necesitaba desfogarme de alguna forma.