Despacho del Director.

Llame un par de veces a la puerta y una voz masculina de tono grave me indico que pasara.

-Quedate aqui.-Le ordene a mi gato Yami, este acato la orden y se sento obedientemente al lado de la puerta.Al entrar pude notar el suave tacto de la madera de la puerta, de buena calidad...asi como la belleza de la sala, decorada de forma rustica y a la vez con leves toques modernos, un sofa color crema de piel autentica, presumia que italiano, lucia en uno de los costados de la sala, una gran estanteria ocupaba el lado contrario repleta de libros muy gruesos de tapas oscuras, todas ellas duras, en el techo una pequeña lampara de araña iluminaba la estancia...y justo delante de mi un escritorio de madera de cerezo perfectamente ordenado y pulcro con una silla de oficina acolchada de color oscuro.

-Te esperaba...Yukiko.-Pronuncio al fin el director tras unos largos minutos, me acerque a su escritorio con mi tipico rostro frio y clave mi perlada mirada en sus ojos onice-¿Para que queria verme señor?-Murmure con mi voz suave como el teciopelo, el solo sonrio y me entrego un sobre cerrado decorado con senefas de color rojo sangre-Leelo una vez hayas salido por favor, cierra la puerta al salir.-Alce una ceja extrañada por la orden pero la obedeci, gire sobre mi misma y con el sobre en la mano sali de el despacho cerrando tras de mi, decidi abrir el sobre una vez estuviera en los jardines,con un chasquido de dedos mi gato se levanto y salto a mi hombro, acaricie levemente sus orejas y empece a descender las escaleras.

EDIT.

Si alguien precisa de hablar con el director que deje su mensaje que ya hemos creado el Pnj que le contestara, Gracias por la atencion.

Mientras los oscuros ojos onice del hombre que se hallaba en ese despacho registraban con insistencia los lejanos horizontes que se vislumbraban por su ventana, un estridente sonido se escucho por toda la estancia, proveniente del piso de abajo, una expresion de sorpresa innundo su rostro momentaneamente para luego volver a su eterna sonrisa escalofriante de siempre.

Hay que ver lo jueguetones que son estos niños.-Murmuro mientras una leve risa resignada salia de su garganta, abrio uno de los cajones de su escritorio y saco de dentro dos botellas de plastico a rebosar de sangre, podia oler desde aqui la esencia de ambas criaturas vampiricas y a su vez la de ambos varones lobunos, lograria calmar el ambiente con relativa rapidez, no era nada de lo cual preocuparse...

Salio de su despacho y con paso muy calmado empezo a descender las escaleras que le dirigian a la planta baja del edificio escolar.